Menos circulación, actividades “intocables” y fines de semana en Fase 1: las medidas que evalúa la mesa del AMBA ante el récord de contagios
Ante el agravamiento de la situación epidemiológica, las tres administraciones acordaron impulsar nuevas restricciones, de forma “coordinada”, antes del fin de semana.
El Ejecutivo nacional y los gobiernos de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires se enfrentan, una vez más, a una decisión difícil: ante el aumento de casos y muertes por coronavirus, y con preocupación el la ocupación de camas de terapia intensiva, deben definir, antes del fin de semana, qué medidas adicionales tomar para frenar los contagios en un contexto de poco margen social y económico de maniobra. Tras semanas de tensión, la administración nacional, la bonaerense y la porteña acordaron, en principio, tomar medidas “en conjunto” y de forma coordinada. Pero hay ciertos límites que cada uno planteó: nadie quiere tocar la industria y las actividades productivas, la Ciudad no tiene intención de dar marcha atrás totalmente con la presencialidad de las clases, pero sí limitar la circulación (una suerte de “fase 1″ moderada para los fines de semana), y la Provincia se encargó de resaltar que no busca una “fase 1″ sino aumentar fuertemente los controles.
Situación “grave” y regreso de la mesa del AMBA
Entre las tres administraciones hay por lo menos un consenso: la situación es grave, los casos no ceden y se siguen superando récords de fallecimiento. Este martes se reunieron los jefes de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero; de la Ciudad, Felipe Miguel, y de la Provincia, Carlos Bianco, junto a los jefes de sus carteras sanitarias. Fue un nuevo intento de reflotar la mesa de toma de decisiones del AMBA (por el Área Metropolitana de Buenos Aires). Acordaron darse al menos un día para evaluar cómo evoluciona la situación sanitaria e impulsar nuevas propuestas con mayores restricciones. En su último parte, el Ministerio de Salud informó 745 muertes y 35.543 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, las cifras más altas desde que empezó la pandemia.
Lo que nadie quiere cerrar
En el marco de la gravísima crisis económica, ninguna jurisdicción quiere afectar aún más las actividades productivas, la industria, ni la construcción (al menos a pequeña escala). Este es un reclamo reiterado del ministerio de Economía, que dirige Martín Guzmán, en los últimos meses.
El lunes, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió que “lo más lógico” sería avanzar con “un cierre muy fuerte, por ejemplo un cierre total”. El martes, mientras se desarrollaba la reunión en la Rosada entre los Jefes de Gabinete, ante cada consulta periodística la respuesta en el gobierno bonaerense era la misma: “Nosotros no estamos pidiendo Fase 1. Queremos el mismo esquema pero más controles”.
Larreta no resigna por ahora las clases presenciales
El gobierno nacional planea mantener la prohibición vigente para las clases presenciales en los distritos considerados en “alerta epidemiológica”, que incluye tanto a la Provincia como a la Ciudad de Buenos Aires, pero en el distrito porteño la medida fue resistida y la Corte Suprema respaldó la autonomía de la Capital para tomar sus propias decisiones en materia educativa.
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El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no analiza por ahora avanzar con una suspensión de las clases presenciales. La administración porteña podría disponer la virtualidad para el secundario, donde hoy rige un sistema “bimodal” que alterna presencialidad y clases a distancia, pero mantendría la presencialidad sin cambios para la educación primaria.
Horarios y fin de semana
De acuerdo al último decreto del presidente Alberto Fernández, la restricción de circular en las área de “alerta epidemiológica” rige desde las 20 horas hasta las 6 horas del día siguiente. Según informaron desde el gobierno nacional, se analiza la posibilidad de limitar aún más el horario de circulación, al menos de 19 horas a 6, pero existe el riesgo de que se genere mayor circulación y aglomeraciones en el transporte público en los horarios habilitados.
En la reunión en la Casa Rosada, la Ciudad planteó la posibilidad de restringir la circulación y las actividades durante los fines de semana, en los que algunos calificaron de “fase 1″ light o moderada. La propuesta no tiene aún demasiada forma. La idea del gobierno porteño es en principio restringir los horarios de circulación, las actividades recreativas habilitadas y el número de asistentes permitido para encuentros al aire libre, pero no cerrar, como sucedía en la “fase 1″, espacios verdes como parques y plaza, porque generaría que la gente se reúna en sus casas.
Comercios
Los locales comerciales podrían en principio seguir funcionando con protocolos y limitación de aforo entre las 6 y las 19 horas. Entre las 6 horas y las 19 horas los locales gastronómicos (restaurantes, bares, etc.) solo podrán seguir atendiendo a sus clientes en espacios habilitados al aire libre, y se buscaría reforzar los controles para garantizar su cumplimiento. Y entre las 19 horas y las 6 horas del día siguiente podrán funcionar en las modalidades de reparto a domicilio y take away.
Sin ley de “superpoderes”, un nuevo DNU
Luego de intensas negociaciones, el proyecto que busca darle al presidente Alberto Fernández facultades para tomar medidas restrictivas por el coronavirus, incluida la suspensión de clases, y blindarlo ante posibles reclamos de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, será tratadoen el recinto del Senado este jueves, donde el oficialismo tiene amplia mayoría. Un día después vencería el último DNU del Presidente con restricciones. El gobierno no llegaría a darle la media sanción de Diputados antes, con lo cual deberá prorrogar el decreto o dictar uno nuevo.
El bloque del Frente de Todos acordó este lunes introducirle modificaciones al proyecto de ley enviado por el Ejecutivo al Congreso, antes de tratarlo en el recinto. Los temas que cambiarán respecto del texto que inicialmente envió el Poder Ejecutivo son básicamente dos: la suspensión de clases y la incorporación de un plazo legal para la finalización de las restricciones. La redacción original establece que, en esos casos, se suspenden las clases y que, luego, el Poder Ejecutivo podrá discutir con los gobernadores afectados por la situación una “morigeración” de la medida.
La sugerencia fue invertir la situación y que cualquier medida restrictiva deba ser dialogada con los responsables distritales, previamente. El oficialismo pretende, de ese modo, esquivar el alcance del fallo de la Corte Suprema que dejó sin aval la decisión del Gobierno nacional de ordenar la suspensión de clases presenciales en la Ciudad.
Los cambios apuntan, sin embargo, fundamentalmente a conseguir voluntades en la Cámara de Diputados, donde aún el gobierno no consigue los votos suficientes para, una vez que se aprobada por el Senado, la norma sea sancionada en la Cámara baja.
Fuente: TN Nación