Riojanos llegaron a Puerto Madryn en un Citroën 3cv
Su viaje comenzó el 16 de noviembre y el sábado llegaron a la ciudad de la Patagonia.
Hay sueños que por más imposibles y utópicos, a veces pueden cumplirse. Este es el caso de los riojanos Marcos Amaya y Pablo Castillo, quienes desde el 16 de noviembre se embarcaron en una aventura bastante peculiar. Unieron La Rioja y Puerto Madryn, pero nada menos que en un Citroën 3cv, pintado de manera artesanal, que a medida que cruzaba las ciudades iba dejando una estela de sensaciones y recogiendo amistades, de aquellos argentinos que le tendían una mano y su ayuda.
El sábado cumplieron la primera parte de su viaje. Llegaron a Madryn y lo subieron a sus redes sociales como se debía: con festejo, frente al gran cartel de bienvenida a la ciudad de la costa de la zona norte de la Patagonia.»¡Lo logramos!», así titularon su posteo, para comunicarles a todos sus seguidores esta hazaña, que partió desde La Rioja hasta Puerto Madryn en un 3cv.
«Mates, risas, problemas, sueños, calor y muchos condimentos más, hicieron que este desafío sea único para nosotros. Ojalá pudieran sentir nuestra sensación de viajar en un citroen ratrod y sentir lo acompañado que vamos con cientos de bocinazos, cambios de luces, msj de amigos y buenos deseos de miles a quien conectamos por medio virtual», indicaron.
«Dios nos tenía preparado un par de regalos y lo hizo por medio de roturas, estamos felices de haber roto el CitroRat, porque por medio de eso, conocimos gente maravillosa como @hotrodlapampa amigos que quedarán en nuestro corazón y gracias a ellos hoy estamos festejando haber llegado, en especial a Topo González, Fabián Herlein y José Candotti. Gracias a todos los que colaboraron como sponsors, a los que compraron bujías virtuales y a los que tuvieron buenos pensamientos y deseos, eso llegó y se sintió. También a nuestra familia, quienes aceptan y apoyan la aventura desde casa. ¿Y en Puerto Madryn? Uuufff, aparecieron ángeles protectores dando estadías y mucho amor como: Noelia, Kevin y Milagros. Nos toca disfrutar Madryn, conocer más amigos y empezar a volver, sabiendo que la simpleza, el apostar por lo que uno quiere, la buena vibra y la amistad fraterna, es lo que nos está haciendo sentir más vivo que nunca», detallaron. Como un dato curioso que tienen estos intrépidos amigos es la graciosa y mística compañía de «Movarak». Es un duende fierrero, sabio y tiene el rol de «inspirarnos en las decisiones a tomar, es quien nos cuida energéticamente», añadieron. Está en compañía de su nieto, llamado «Limao».
Las amistades y las bondades de ArgentinaEn este tiempo es necesario reflotar los valores y la solidaridad que siempre tuvo el pueblo argentino. Estos riojanos lo hicieron notar en cada ciudad, donde «Citrorat», como lo llaman al auto, estuvo presente. En Santa Rosa (La Pampa) tuvieron algunos desperfectos técnicos con el rodado, pero hubo gente que los socorrió y los cobijó, mientras esperaban ansiosos seguir en ruta. «Es impresionante ver como todas las personas que nos paran por la calle y se acercan al CITRORAT, muestran un sentimiento de amor por los 3cv y automáticamente se conectan con alguna vivencia o pariente dejándonos una gran anécdota. El citrorat tiene personalidad, tiene años, experiencia, oxido y sobre todo un carisma muy especial», explicaron.Anteriormente habían visibilizado esta gran solidaridad argentina. «30 KM antes de llegar a Villa Mercedes, empezamos a tener complicaciones con la presión de aceite y eso hizo que vengamos más despacio de lo normal y justo llegando al peaje, el CITRORAT se enojó y no quiso seguir más. Gracias a la solidaridad de todos los que siguen esta aventura, logramos conseguir un mecánico que nos lleve a tiro hasta su taller, donde nos dimos que la base que ajusta el platino, se desarmo por completo, mañana intentaran reparar eso, cambiaremos aceite y partiremos para Santa Rosa La Pampa si todo sale bien», añadieron.
«Queríamos parar la rutina. Nos hicimos la pregunta y decidimos poner fecha. Queremos llegar con este auto hasta Puerto Madryn. Sabemos que con este auto valoramos todo lo que nos puede pasar, pero creemos que la aventura la vamos a vivir como algo inusual», indicó Marcos Amaya a NUEVA RIOJA.»Siempre fui fierrero, tuve un par autos personalizados, soy propietario de una revista de fotografía automotriz Radialpro y un día me crucé con unos pibes llamados Racers Club , quienes tienen ideas tóxicas fierreras y pegamos muchísima onda, claro no tenia ni auto, ni moto para acompañarlos en la locura, fue ahí que me surgió armar un clásico personalizado y por fin llegó el citro», contó Marcos Amaya, en la página web de esta peculiar travesía que están a punto de emprender.»Lo compré, lo escondí 15 días (mi familia no quería saber nada) y lo primero que hice, fue bajarlo al piso, recuerdo que cuando lo traje a casa, ese mismo día lo fui a mostrar a los pibes del club y saben que? A las 10 cuadras se fundió el motor, no tenia una gota de aceite. Después de hacerle motor a cero, fuimos modificando cada detalle para llevarlo al estilo RatRod, estilo que se caracteriza por estar oxidado, despintado, con detalles artesanales y llantas pintadas», agregó Marcos Amaya. Aquellos que quieran seguir esta travesía, están en Instagram y Facebook. También tienen su página web: https://www.citrorat.com.ar/. Ellos solventan los gastos con publicidad. Además Marcos sabe de marketing digital. Asimismo colocaron «bujías virtuales», para que la gente pueda donar lo que quiera y así seguir fomentando esta gran aventura que en los próximos días retornarán a La Rioja.
Fuente: Nueva Rioja