El videoclub de Rosario que «es negocio porque el público sigue alquilando películas»
Se llama Videoteca y está en pleno centro de la ciudad. Su dueño asegura que «quedó como una franja de culto de coleccionistas que disfrutan de esa forma de ver películas».
Desde hace más de cuatro décadas, Videoteca es sinónimo de cine en Rosario.Fabián Del Pozo (58), dueño de este videoclub, uno de los últimos de esta ciudad santafesina, aseguró que «sigue siendo un negocio porque el público sigue alquilando películas diariamente» y que las plataformas de streaming «no sustituyen el ir cine, ni el alquiler de películas».
Se trata de un videoclub tradicional con más de 40 años de trayectoria que alquila DVD y tiene «miles» de títulos en Blu-ray, formato que en Argentina «no tuvo éxito», detalló Fabián.Además, conserva una colección de VHS, y los coleccionistas buscan títulos puntuales allí «porque los VHS ya no se fabrican».
Sobre el VHS detalló que tiene «muy poco alquiler», pero hay cada vez más búsquedas de coleccionistas de títulos puntuales que aprovechan a ver miles películas que salieron en formato analógico, pero nunca salieron en formato digital. «Quedó como una franja de culto de coleccionistas que disfrutan de esa forma de ver películas», explicó.
Las plataformas de streaming, como avance tecnológico, «son una maravilla» para Fabián.Sin embargo, aclaró, «lo que combato mucho y comentamos con mi clientela, que sigue viniendo porque valoran el videoclub, es que se quiere hacer creer al público que si uno contrató varias plataformas tiene real acceso y representatividad de lo que es el cine hoy día, pero estoy convencido de que Netflix no representa ni siquiera lo que es el cine norteamericano, de los Premios Oscars, tiene una o dos películas por año propias que imponen en ese premio y no tiene las otras».
Y agregó: «Lo que trato de remarcar y alertar es que no se crean que, por entrar en el universo de las plataformas, que es buenísimo y recómodo, se sustituye a ir al cine o a alquilar una película».
Por último, dijo que la actividad del videoclub la pone a la par de resistirse a pensar que el día de mañana desaparezcan las librerías, las casas de ventas de discos y las bibliotecas, porque son cultura.
Fuente: Nueva Rioja