Un combate casi perfecto de Brian Castaño se topó con un fallo “localista” que abre la puerta a una revancha memorable
El boxeador argentino hizo una pelea casi perfecta y a partir de ahora será mirado con otros ojos por el ambiente del boxeo internacional.
Mi tarjeta fue muy clara: el matancero Brian Castaño ganó por cuatro puntos y en este momento debería tener en su campamento todos los cinturones que estuvieron en juego en la noche de Texas. Dos jurados con tarjetas absurdas (una mucho más que la otra, claro) se lo impidieron.
Así y todo el boxeador argentino se fue del estadio de San Antonio con una sonrisa. ¿Y esto? ¿Cómo se explica? Muy fácil: Castaño sabe que ganó terreno en la consideración mundial y esto es clave para su futuro. Llegó a la noche del gran combate sin tener el papel protagónico y, más allá de las tarjetas, dejó marcado que dominó a un boxeador de elite. Ahora, Brian será mirado con otros ojos por el ambiente del del boxeo internacional. Multiplicó respeto y también se ganó el derecho a percibir bolsas mucho más abultadas.
Él y su equipo, contra Jermell Charlo, diseñaron un plan de combate casi perfecto. Salió a acortar distancias sin hacer locuras. Respetó a su rival, pero le quitó brillo. No lo dejó imponer condiciones. Tomó la iniciativa desde el primer round y no se apartó de su idea ni siquiera cuando el estadounidense le hizo sentir la zurda vigorosa en el segundo round.
El argentino, con guapeza y decisión, tomó riesgos y siguió tirando hasta sacar una ventaja amplia al llegar al casi fatídico round 10. Ahí Charlo lo conectó varias veces hasta hacerlo tambalear. Pero Castaño soportó el castigo y recuperó su imagen combativa en los últimos dos rounds sin llegar al nivel que tuvo en el resto de la pelea. Tal vez esto influyó (aunque no sea correcto) en la mirada de los jurados.
Equilibrado, tanto para pelear como para declarar, ya abajo del ring, Brian Castaño evitó la pirotecnia verbal y acomodó sus palabras pensando en una hipotética revancha.
“Yo sentí que la pelea la gané. Quiero pedir la revancha inmediatamente, sé que la pelea la gané yo. Me ha pegado alguna que otra mano y he estado sentido en algún round, pero eso no quiere decir que yo no haya ganado la pelea. Le conecté grandes manos”, fueron las primeras palabras de Castaño tras el combate.
El púgil de La Matanza aceptó haber sentido algunos golpes del rival, pero quedó satisfecho con su pelea. Más allá del fallo “localista”, sabe que con su formidable trabajo dio un paso clave en el primer nivel del boxeo.