Quintela puso en marcha la empresa Vidrios Riojanos
El gobernador destacó que, con el apoyo de la Nación, brindarán trabajo a unas 150 familias. Desde el año pasado hay un importante faltante de botellas que afecta a varios sectores.
El gobernador Ricardo Quintela informó que se pusieron en marcha dos empresas estatales que forman parte del grupo Mejores Riojanas.
Se trata de Vidrios Riojanos y Cerámica Riojana, que cuentan con el apoyo de la Nación y brindarán trabajo a alrededor de 150 trabajadores en forma directa en ambas empresas.
«Avanzamos con la puesta en marcha de nuestras empresas estatales Vidrios Riojanos y Cerámica Riojana. Con el apoyo de Nación estas obras están en construcción y en una primera instancia contaremos con más de 150 trabajadoras y trabajadores entre ambos establecimientos», publicó en sus redes sociales el mandatario provincial.
En la web de Mejores Riojanas se informa que Vidrios Riojanos es una de las empresas que se encuentra en etapa de inversión, que tiene como objetivo poner en marcha una fábrica de vidrios, con producción y venta de envases, tales como botellas y frascos, que serán realizados en su totalidad en La Rioja. Esto, a su vez, permitirá que productores locales puedan minimizar sus costos de producción y así ofrecer productos regionales a un precio menor para competir en el mercado nacional.
Por su parte, durante sus inicios, profesionales de distintas áreas colaboraron en la confección del proyecto y en el estudio de mercado. Con su concreción, se calcula que la empresa producirá aproximadamente 100 mil envases de manera diaria y otorgará empleo genuino y directo a 100 trabajadores de forma permanente.
Crisis del vidrio
A nivel nacional, hay un importante faltante de envases de vidrio que afectan tanto a la vitinicultura como a otros sectores. Se estima que falta entre el 20% y 30% de los envases que necesita el sector por la alta demanda y la baja producción.
El sector del vino es uno de los más dinámicos de nuestra economía. Luego de haber transcurrido un 2020 excelente en términos económicos, con un aumento significativo del consumo de la bebida per cápita en el país y de las exportaciones, el sector transita un proceso de incertidumbre y crisis debido a la falta de elaboración de botellas de vidrio en territorio, a lo que se suman las dificultades para importar.
Los problemas ya están incidiendo negativamente no sólo en la llegada de vinos a las góndolas de los principales comercios del mundo, sino también en la elaboración futura, ya que se necesita «liberar» el vino almacenado mediante el fraccionamiento en botellas o con la venta de vino a granel.
Bodegueros, funcionarios y cámaras empresarias coinciden en que los efectos de la pandemia del Covid-19 aportaron al problema tras una baja significativa en la producción en las fábricas cristaleras por varios meses debido a las restricciones (aunque en la actualidad han recuperado medianamente su actividad) y ante un aumento del consumo del vino.
Pero los inconvenientes se agravaron el pasado septiembre, cuando se incendió un horno de elaboración de botellas de vidrio de Verallia, una de las fábricas -con sede en Mendoza – más importantes del país, lo que devino en una alarmante baja de la producción, en un año que tuvo como contrapartida además una intensa sobredemanda de botellas desde las bodegas.
«En Argentina hay una particularidad. El vino se consume más en casa, en familia, que en reuniones con amigos; y de manera inversa ocurre con la cerveza. Por eso cuando nos ‘encerraron’ aumentó el consumo de vino en el país», explicó Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), que integra también la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
Villanueva le dijo a France 24 que, si bien es difícil establecer de cuánto es el déficit exacto de botellas, podría acercarse en la actualidad a los 20 o 30 millones al mes, teniendo en cuenta que el sector utiliza unos 1.000 millones de envases al año. En tanto, para Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina (BdA) y propietaria de Bodega Tapiz, el déficit es cercano a las 20 millones de botellas al mes y ha sido en noviembre cuando «ha empezado a explotar la crisis». «Semanas atrás había reservas de botellas, pero ahora hay varias bodegas que no tienen stock», sostuvo, lo que ha devenido en que empresas hayan tomado la decisión de vender el vino a granel, es decir, sin fraccionar.
Fuente: Nueva Rioja