Ponen a la venta dibujos del artista Pedro Molina
En agradecimiento a la familia que lo alojó les dejó dos dibujos, con la firma correspondiente.
La vida de los grandes artistas siempre está presente, aunque pasen años, en este caso pasaron más de seis. Y hoy se sigue hablando del reconocido grabador y pintor riojano: Pedro Molina. Un jujeño que reside hace más de 30 años en Córdoba tiene en su poder dos dibujos hechos por este artista riojano, que los creó en un momento particular de su vida. Los pone a disposición para que puedan ser adquiridos por la Provincia, puesto que considera que deben estar en la tierra donde Molina vivió y fue feliz.
Paulo Messori es oriundo de Jujuy, pero cuando tenía alrededor de seis años conoció a Pedro Molina. Era 1978 y producto de los tiempos históricos es que Pedro se alojó en la casa materna de Messori. Por intermedio de su amistad con Carlos Benito Garzón, un abogado constitucionalista, estuvo alrededor de un mes en esta casa, que es de la familia materna de Messori. Durante ese tiempo, Pedro siguió creando, siguió poniendo en acuarelas y técnicas de pinturas todo por lo cual se hizo conocido. «En agradecimiento a mi familia materna le obsequia estos dos dibujos a mi tía Fany Garzón, hermana de este abogado, que actualmente reside en Tucumán», le explicó a NUEVA RIOJA, Paulo Messori, actual propietario de estos dibujos. Es que esta señora falleció hace unos años, por lo cual considera «que la mejor manera es que vuelvan a La Rioja».
«Era muy chico, pero todavía tengo patentes los recuerdos de Pedro pintando en el patio de mi familia materna. Yo lo recuerdo como «Macho» Molina y de allí me quedó grabado el sobrenombre», añadió. Confesó que a raíz del paso del tiempo, los dibujos tienen unas pequeñas marcas en el margen superior, «pero es el legado cultural que dejó plasmado en estos dibujos. Están con la firma, que determina que son originales y que corresponde que vuelvan La Rioja», añadió.
El lazo de amistad de Pedro Molina con esta familia también tiene que ver con la cultura, puesto que este abogado constitucionalista escribió el libro «El instrumentista», que está compuesto por libros que narran su infancia en Jujuy, donde siempre estuvo vinculado con compositores como «Cuchi» Leguizamón.
Como considera que deben volver a la tierra natal de Pedro Molina pone a disposición aquellas instituciones o personas que deseen adquirir estos dibujos. Aquellos que estén interesados pueden llamar al: 3516662533.
Pedro Molina (1934-2015) fue un reconocido grabador y pintor riojano que realizó numerosas muestras, individuales y colectivas, de pintura, dibujo y grabado en distintos lugares del mundo. Se formó plásticamente en Córdoba y continuó estudiando en el Instituto Superior de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. En agosto de 2013 recibió la distinción de «Mayor Notable Argentino» por parte del Congreso de la Nación. El «Macho» Molina fue un personaje singular, gran contador de historias y leyendas regionales, artista trashumante, bohemio infatigable y compañero de aventuras de grandes músicos, como el Cuchi Leguizamón y Atahualpa Yupanqui.
«Pedro Molina constituye la sal misma de la tierra riojana, que trepa los Andes y baja en colores y vidalas. Él supo rescatar este mensaje e interpretar con su pincel y su caja chayera despertando un cúmulo de memorias ancestrales que corría por sus venas y que volcó en cada centímetro de la superficie de su valiosa obra, con un recado de viejas costumbres que necesitaban ser transmitidas a las generaciones venideras», dijeron en torno a presentación en esa oportunidad.
«Su pátina recorrió los caminos de antiguas culturas originarias, desandó los caminos de los mitos sobrevivientes, expresó el continuo reclamo de la identidad, vapuleada por las influencias emanadas del rigor y la ambición de dominación, resistió, y pintó el grito desgarrador de la América india. Pedro fue eso, un riojano con un fuerte sentimiento andino que supo descifrar el mensaje de la montaña y la andanada de valles hijos de sus entrañas que parieron las civilizaciones, que crecieron y se desarrollaron como brazos extendidos que perduran en el tiempo como viva esencia que se niega a desaparecer», afirmaron.
Fuente: Nueva Rioja