Luca y el sueño de tener una Vespa: la historia de la moto que protagoniza la nueva película de Pixar
Luca y Alberto diseñaron una Vespa casera antes de competir en el triatlón.
La famosa scooter es uno de los símbolos más fuertes de italianidad en el mundo.
Una playa de la costa mediterránea, un pueblo de montaña con calles empinadas, helado de pistacho y varios platos de pastas al pesto. Como si todos ellos no fueran condimentos suficientes para llenar de italianidad a Luca, la nueva película de Pixar, la trama está atravesada por una de las cosas más italianas que existen: la Vespa.
La historia cuenta que Luca y Alberto, dos jóvenes monstruos de mar que al salir del agua se convierten en seres humanos, deciden inscribirse junto a su amiga Giulia en un triatlón que, de ganarlo, les dará el dinero suficiente para comprarse una Vespa y salir con ella a recorrer el mundo.
Tan grande es el sueño de los dos protagonistas por tener una Vespa que se animan a diseñar un prototipo casero con elementos que Alberto tiene en el lugar donde vive y la utilizan para moverse por Portorosso, el pueblo costero en el que transcurre la historia. Allí se topan con Ercole Visconti, un bravucón (será su principal enemigo durante la carrera) que tenía un hermoso ejemplar en rojo.
No es casualidad que Pixar haya elegido este modelo para homenajear a Italia: Luca está ambientada hacia finales de la década de 1950, cuando la Vespa dio sus primeros pasos fuera de ese país para convertirse en la motocicleta más famosa y popular del mundo.
Vespa, en italiano, significa avispa. La moto se llama así porque fue lo primero que dijo Enrico Piaggio cuando uno de los ingenieros que trabajaba en el proyecto, Corradino D´Ascanio, le mostró el primer prototipo. “Bonita, parece una avispa (Vespa)”, pronunció, sin caer en la cuenta de que, además de piropearla, la estaba bautizando.
Vespa es una de esas marcas “tocadas por la varita”: en apenas diez años de vida, llegó a un millón de unidades comercializadas en Europa. Hoy, tras tres cuartos de siglo, lleva vendidas casi 20 millones de ejemplares.
Vespa, una moto de la posguerra que está más vigente que nunca
Si bien el debut del primer modelo se concretó el 23 de abril de 1946, en una presentación en el círculo de golf de Roma, para conocer el origen de Vespa hay que viajar todavía más atrás en el tiempo. Más precisamente a 1884, año en el que Rinaldo Piaggio fundó en Génova una compañía de producción de barcos, que luego se expandió a la industria del ferrocarril, de furgones, de buses y de motores. En 1917, durante la Primera Guerra Mundial, comenzó a fabricar aviones e hidroaviones con gran éxito.
Después de la Primera Guerra Mundial, Piaggio se convirtió en el centro de la producción aeronáutica, pero en la Segunda Guerra Mundial todo cambió: sus fábricas fueron bombardeadas por los Aliados y quedaron en ruinas. Sus hijos, Enrico y Armando, tuvieron entonces la idea de crear un vehículo de bajo costo que pudiera desarrollarse en un país muy afectado por el conflicto bélico.
Enrico se contactó con D´Ascanio, un ingeniero aeronáutico que trabajaba para la empresa, que trabajó junto al diseñador Mario D´Este y crearon juntos el primer prototipo, un scooter llamado MP5 y apodado Paperino, como se conoce en Italia al Pato Donald.
El chasis tubular, la ausencia de suspensión trasera, el diseño de la carrocería que protegía al conductor del viento y la suspensión delantera inspirada en la industria aeronáutica fueron algunas de las soluciones rupturistas que inmediatamente cosecharon amores y odios.
En las primeras exhibiciones, no tuvo muy buenos resultados. Muy pocas personas confiaban en que la Vespa podía llegar a convertirse en lo que es hoy, pero aún así la compañía decidió apretar el acelerador y fabricar 2484 unidades de la Vespa 98 cc. Se vendieron todas y, al año siguiente, la producción trepó a 10.535 ejemplares. En 1948 fueron 19.822 y en 1950, 19.822, para confirmar que el proyecto se había afianzado en serio.
El fenómeno Vespa llamó la atención en todo el mundo y Piaggio, rápido de reflejos, puso manos a la obra y comenzó a exportar la producción hacia los Estados Unidos y otros mercados de Europa. En los años siguientes la moto ya se producía en trece países y se comercializaba en ciento catorce.
Hablar de Vespa no es hablar únicamente de motos. Es, también, hablar de cultura, de cine, de literatura y de publicidad. La scooter participó de varias producciones audiovisuales (“La princesa que quería vivir”, “Un americano en París” y “Vacaciones en Roma” fueron algunas de las más conocidas) y gestó más de 50 mil clubes de fanáticos alrededor del mundo, que la adoptaron como estilo de vida.
Modelos de Vespa hubo en 75 años para todos los gustos. Algunos de los más conocidos fueron la 150 GS, que fue la primera Vespa deportiva; la 50, primera con un motor de 50 cc; la 125 Primavera, una de las más populares; la P 125 X, que dio inicio a una nueva era; y la ET2/ET4 125 de nueva generación.
Vespa ya presentó a nivel mundial su primer modelo 100 por ciento eléctrico, que utiliza baterías de iones de litio con el sistema de recarga durante las desaceleraciones. La recarga completa de la batería a través de un cargador se completa en cuatro horas.
Fuente: TN Noticias