Después de la celebración íntima en Los Angeles, la hija del chocolatero contó más en sus redes. Además, los detalles de la herencia que publicó la revista Forbes.

Ya pasaron algunos días del esperado cumpleaños número 18 de los mellizos Marta y Felipe Fort. Aunque en un primer momento se informó que no viajarían a Estados Unidos como tenían planeado por la trágica muerte de Gustavo Martínez, los hermanos tuvieron su celebración íntima en Los Angeles.

Junto a un reducido grupo de familiares y amigos, los chicos se reunieron a un selecto restaurante de la ciudad, llamado Tao. Ahí estuvieron entre otros junto a su tío Eduardo Fort y su pareja Rocío Marengo y Gabriel Rydz, otro ex de su papá Ricardo Fort.

Martita mostró algunas escenas del festejo y también publicó una historia en la que muchos especularon aludía a la ausencia de Martínez.

EL REGALO QUE “NO SUPERA”

Al otro día, la joven publicó algunas imágenes de un gran gusto que se dio: asistir desde las primeras filas al recital que la estrella puertorriqueña Bad Bunny brindó en la ciudad estadounidense, en el marco de su exitosa gira “El Ultimo Tour Del Mundo” que lo traerá a nuestro país en noviembre (4 y 5 de noviembre en Vélez).

“No supero mi regalo de cumpleaños”, publicó Martita en sus redes con una imagen del show que todos quieren ver. Cabe recordad que las entradas para su primera presentación en Argentina se agotaron en pocos días.

LA HERENCIA DE LOS HIJOS DE RICARDO FORT

Por otra parte, se conocieron detalles de la comentada herencia que recibirán Martita y Felipe tras cumplir 18 años.

Según publicó la revista Forbes en su momento,los hijos de Ricardo Fort heredarán11 millones de dólares que pertenecían a su padre como parte de las ganancias de la empresa Felfort, a la que Felipe quiere ingresar como administrador en un futuro no tan lejano.

A esa millonaria cifra se le suma las numerosas propiedades que tienen en el país y en Miami, los campos vinculados a la compañía y el 33% de las acciones de la empresa, además de varios autos de lujo como el recordado Rolls Royce que conducía el empresario.