La Rioja: recordaron los 47 años del asesinato de Monseñor Enrique Angelelli
Con diferentes actividades se conmemoró el asesinato del religiosos en 1976, a manos de efectivos del Tercer Cuerpo de Ejército, comandado por el genocida Luciano Benjamín Menéndez.
En un nuevo aniversario del asesinato de monseñor Enrique Angelelli, ocurrido el 4 de agosto de 1976, durante la última dictadura cívico militar, la comunidad laica y la iglesia de la Capital riojana realizaron una marcha que culminó con una misa en la Catedral.
Distintos sectores eclesiásticos y organizaciones sociales realizaron una extensa caminata que recorrió lugares de la ciudad que fueron significativos en la vida y la labor sacerdotal de Angelelli.
Desde la secretaría de Derechos Humanos de la Nación recordaron el aniversario, al señalar desde su cuenta oficial de Twitter que «en 2014, la Justicia condenó a los represores Menéndez y Luis F. Estrella como autores intelectuales del hecho» y que «años más tarde, Angelelli fue beatificado por el Papa Francisco al reconocerse que su muerte tuvo el carácter de martirio en odio de la fe».
La marcha
En plena siesta riojana, la marcha partió desde la iglesia Señor de los Milagros del popular barrio Evita, uno de los templos donde se escucharon hace cincuenta años las homilías más encendidas del denominado «Pastor de los Pobres».
El recuerdo de monseñor Angelelli. Fotos: Natalia Díaz
A través de carteles y pancartas, la comunidad riojana reivindicó las consignas más recordadas de la pastoral de Angelelli como «el cuidado de la dignidad de los más frágiles, la distribución justa de la tierra, la búsqueda de las actuales desaparecidas o asesinadas en esta tierra riojana».
Peli Mercado, la adolescente desaparecida hace 18 años, o la turista suiza Annagreth Würgler, cuyo cuerpo nunca fue encontrado luego de haberse determinado su asesinato hace 19 años en el oeste provincial, fueron algunas de las protagonistas de estas consignas.
Uno de los más comprometidos seguidores de Angelelli es el padre Miguel La Civita, integrante de “Memoria Activa” y párroco de la Iglesia Santa Rita, una de las comunidades organizadoras de las actividades de hoy.
“Los mártires viven en su pueblo”, fue una de sus frases más emotivas durante la marcha, que recorrió diversos sitios donde se recuerda no sólo el paso del obispo Angelelli sino también lugares donde el terrorismo de Estado ejecutó sus emblemáticos crímenes en la provincia.
“Hoy hemos caminado junto a hermanos que han sufrido mucho a lo largo de esta lucha. Con hermanos presos, torturados, con familias que tienen hasta hoy un gran dolor en el alma por haber perdido a sus seres queridos. Hay algo que nos une a todos que es la fraternidad y la defensa de la dignidad de los pobres. Queremos continuar desparramando la semilla de esperanza que nos dejó nuestro pastor Enrique Angelelli”, destacó La Civita en uno de las escalas de la peregrinación.
Finalmente, cerca de las 20.00 la marcha llegó a la iglesia Catedral de San Nicolás de Bari, donde el obispo diocesano Dante Braida presidió la celebración eucarística en honor a Angelelli y a los mártires beatificados en 2019.
“En la vida de Angelelli vemos enormes gestos de cercanía con el pueblo, especialmente con los más humildes, quienes manifestaban un amor incondicional a su pastor. Acompañó a los trabajadores, a los campesinos, a los operarios, no sólo desde lo espiritual sino también desde lo político. Nuestra iglesia nos obliga a escuchar el clamor de los pobres, ser un instrumento de Dios para hacerlo y esto es lo que tan fervientemente hizo Enrique Angelelli”, dijo Braida en su homilía.
El actual líder de la iglesia riojana resaltó también la empatía inmediata que generó Angelelli cuando arribó a La Rioja, allá por 1968.
“El fue un pastor que vino desde otra tierra y se hizo un riojano más. Además, su prédica no sólo iba dirigida hacia los creyentes, sino hacia toda la comunidad”, destacó.
El 4 de agosto de 1976, monseñor Angelelli era asesinado a manos de efectivos del Tercer Cuerpo de Ejército, comandado por el genocida Mario Benjamín Menéndez, que fraguaron su muerte como un accidente automovilístico
Su beatificación
En reconocimiento a su prédica y martirio, el papa Francisco dispuso dos años atrás su beatificación, al igual que otros tres católicos de la provincia de La Rioja (dos sacerdotes y un laico), víctimas de la última dictadura.
A principios de 1976, el vicario castrense Victoria Bonamín visitó la base aérea de El Chamical y pronunció un discurso en el que afirmó que «el pueblo había cometido pecados que sólo podían redimirse con sangre«.
El clima de represión se intensificó en La Rioja tras el golpe del 24 de marzo de 1976, y los sacerdotes que respondían a Angelelli eran blancos del terrorismo de Estado.
El 18 de julio, los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias fueron torturados y asesinados en la localidad de Chamical, donde cumplían sus deberes religiosos.
Dos semanas después, Angelelli decidió viajar a Buenos Aires con el propósito de denunciar estos crímenes y del campesino católico Wenceslao Pedernera, ocurrido 15 días antes.
El obispo se trasladaba en una furgoneta que tras ser encerrada por un auto, volcó a la altura del paraje Punta de los Llanos, en la ruta 38
El cura Arturo Pinto, quien conducía el vehículo accidentado, contó que, tras permanecer durante un tiempo inconsciente, vio el cuerpo de Angelelli tirado en el suelo, con «lesiones en el cuerpo, como si lo hubieran golpeado».
Aunque el diario L’ Osservatore Roano -órgano oficial del Vaticano- calificó el hecho como «un extraño accidente», el cardenal Juan Carlos Aramburu negó que el hecho se tratara de un crimen y la investigación se cerró.
La reapertura del expediente
Con el retorno de la democracia, el juez de La Rioja Aldo Morales reabrió el expediente y dictaminó que la muerte de Angelelli se trató de «un crimen fríamente calculado y esperado por la víctima».
Sin embargo, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y los indultos del presidente Carlos Menem impidieron que las investigaciones continuaran contra el general Luciano Benjamín Menéndez, titular del Tercer Cuerpo de Ejército durante el terrorismo de Estado, y los militares José Carlos González, Luis Manzanelli y Ricardo Román Oscar Otero.
En 2005, la derogación de la leyes de impunidad permitió que el crimen se investigara como delito de lesa humanidad, y cinco años más tarde se imputó en el expediente al exdictador Jorge Rafael Videla, a Menéndez y a otros doce militares y policías.
El 4 de julio de 2014, Luis Fernando Estrella y Menéndez fueron condenados a cadena perpetua por el crimen de Angelelli
Un año antes, con la venia del papa Francisco inició el proceso de beatificación de Angelelli, Longueville, Muria y Pedernera, que concluyó el 27 de abril de 2019 con una ceremonia realizada en La Rioja.
Fuente: Télam