Estudiantes, opositores y la CGT marchan a Plaza de Mayo en defensa de las universidades
La movilización comenzará a las 15.30 en Plaza Congreso y culminará con el acto central a las 18. Los centros educativos rechazan las políticas presupuestarias del gobierno de Javier Milei.
Estudiantes, docentes, la CGT, legisladores y dirigentes de la oposición encabezarán este martes la Marcha Federal Universitaria a Plaza de Mayo en defensa de la universidad pública, en medio de las dificultades presupuestarias que experimenta la mayoría de las casas de estudios.
La convocatoria es «contra del ajuste presupuestario» de las universidades, que -según advierten- podría llevar a la caída del sistema de estudios público.
En las jornadas previas a la marcha se dieron una serie de clases públicas y abrazos a las instituciones de todo el país.
La movilización comenzará a las 15.30 en Plaza Congreso y culminará con el acto central en Plaza de Mayo, a las 18.
Se prevé multitudinaria ya que cuenta con el respaldo de la comunidad docente y estudiantil de las universidades públicas, con la Universidad de Buenos Aires (UBA) a la cabeza, y también de entidades privadas como la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), Torcuato Di Tella (UTDT) y San Andrés (UdeSA), que anunciaron sus adhesiones.
Además, está comprometida la participación de la Confederación General del Trabajo (CGT), de la Unión Cívica Radical (UCR) y de la Coalición Cívica (CC), mientras que también se sumarán dirigentes de Unión por la Patria (UxP), de Hacemos Coalición Federal y del Frente de Izquierda (FIT).
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y su gabinete ya anticiparon que darán el presente en la marcha, al igual que el titular de la UCR, el senador nacional Martín Lousteau.
Las complicaciones económicas derivadas de la no actualización del presupuesto educativo por parte del gobierno del presidente Javier Milei comenzaron a verse en la falta de entrega de insumos a los estudiantes y en casos como el de la Facultad de Medicina de la UBA, que debe cortar el suministro eléctrico en parte de su edificio porque no puede pagar la tarifa.
Una de las convocatorias que circuló en las redes sociales instó a los participantes a llevar «un libro en mano» cada uno de forma simbólica para ilustrar el reclamo.
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