Córdoba avanza en un test para la detección temprana del Parkinson
Un equipo del Nuevo Hospital San Roque junto a la Facultad de Bioingeniería de la UNC ponen énfasis en síntomas pre motores que pueden ayudar a tratamientos prematuros en pacientes.
Cada 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia a nivel mundial, después del Alzheimer, que afecta a más de siete millones de personas en todo el mundo.
En Córdoba, la doctora Patricia Quevedo, neurocirujana, especialista en Movimientos Anormales e integrante de la Unidad de Movimientos Anormales del Nuevo Hospital San Roque (MP: 28903/0 – ME: 14398) explicó que el abordaje de la enfermedad está orientada hacia tres aspectos fundamentales: encontrar la causa, que hasta el día de hoy se desconoce y es multifactorial, hacer una detección precoz, y luego un tratamiento farmacológico una vez que ya está instaurada en la persona.
Desde el Nuevo Hospital San Roque, en conjunto con la Facultad de Bioingeniería de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), están trabajando en la detección precoz, porque de este modo se pueden implementar terapias tempranas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Según explicó Quevedo, “hoy se sabe que hay cuatro síntomas fundamentales que aparecen, que son la tristeza, la constipación, el trastorno del sueño y la pérdida del olfato”. Sin embargo, con el COVID, la pérdida del olfato generó confusión entre los médicos y se dejó de implementar como herramienta de detección.
Es por eso, que desde el hospital y la UNC trabajan para desarrollar un test de olfato, que junto con lo que es el test de síntomas motores, y la colaboración de familiares y pacientes con Parkinson, poder ayudar a detectar esta enfermedad de forma temprana.
¿Cómo funciona el test?
El test de olfato consiste en que 12 «lápices», que contienen a su vez 12 esencias de una sustancia química específica, que es el polietilenglicol, la misma puede ser inhalada por los pacientes con determinadas características.
Para ello hay que tener la técnica de inhalación y detectar aquellos pacientes que han tenido alguna pérdida.
Esto, asociado a un test que va detectando esos pequeños síntomas que los pacientes van teniendo, permitiría detectar la enfermedad antes que aparezca el temblor, la rigidez y otros síntomas motores que generan cierta discapacidad.
Los lápices del test (Foto: Gentileza Dra. Patricia Quevedo)
“Estos síntomas que se llaman premotores, están presentes hasta 10 años antes de que aparezca el temblor. Entonces, por eso, nosotros estamos apuntando a lo que es la detección precoz”, explica Quevedo. De este modo, se les podrá realizar rehabilitación temprana y otro tipo de actividades y ejercicios que mejorarían mucho su calidad de vida, y progresión de la enfermedad.
El test está en la etapa de pruebas piloto, junto a un grupo de pacientes y el objetivo es poderlo lanzar de manera masiva en julio de este año.
Vale remarcar que no es un test convencional con frasquitos, como los que se venden de manera libre, sino que es un test para un fin específico que va acompañado de un cuestionario de síntomas pre motores.
Fuente C3