Agotamiento, irritabilidad y agresividad: los signos que revelan el estrés del personal de salud que está llegando al límite y no tiene contención psicológica
Surge de un estudio sobre el estado de saturación de médicos, anestesiólogos, enfermeros y kinesiólogos que desde hace más de 15 meses se encargan de los pacientes críticos. Menos del 40% cuenta con algún programa de soporte emocional.
El estrés del sistema de salud no solo se palpa en la menor la disponibilidad de camas de terapia intensiva para atender pacientes críticos, sino también en el estado emocional al borde del colapso que sufren médicos, anestesiólogos, enfermeros y kinesiólogos que desde hace más de 15 meses están al frente de la pandemia de coronavirus. Agotamiento, irritabilidad, agresividad e indiferencia son algunos de los signos que se repiten con mayor frecuencia.
Los datos corresponden al último informe elaborado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), que dejó al descubierto el poco margen para seguir presionando sobre quienes todos los días están en la primera línea de batalla contra un virus que en la Argentina ya se cobró más de 86.000 vidas.
Cada semana, la SATI realiza un relevamiento entre Unidades de Terapia Intensiva (UTIs) de todo el país reflejando distintos aspectos sobre la atención de la pandemia. En todos muestra el estado de ocupación de camas, pero también incorpora otras variables de análisis, como en este caso, el estado emocional del personal de la salud.
Al respecto, el informe reveló que el 88% de los médicos, anestesiólgos, enfermeros y kinesiólogos muestra signos de agotamiento ante el incansable trabajo que llevan adelante en las UTIs. Este lunes, el Ministerio de Salud informó un nuevo pico máximo de 7969 pacientes con coronavirus internados en terapia intensiva, 59 más que 24 horas antes. Y un porcentaje de ocupación que alcanzó el 77% en todo el país y el 75,1% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Más allá de los hospitales modulares o de las camas que se agregan a una UTI, en muchos hospitales y clínicas privadas se reacondicionaron Unidades Coronarias para la atención covid o se abrieron salas nuevas para ese fin.
A eso se suma que en algunos casos se están intubando pacientes en guardias o en shok room, improvisando la atención. Por eso el cansancio no solo está relacionado con la atención dentro de las UTIs, sino también con el hecho de que además el 23% de las instituciones de salud atienden en total más de 300 pacientes conectados a un respirador fuera de esas unidades de atención crítica en un lugar no adecuado, lo que genera mayor peso sobre sus espaldas, atendiendo más enfermos de lo que la capacidad de la sala indica.
Esta es una de las principales preocupaciones del sistema de salud, porque deriva en muertes evitables. “Hay muertes que podrían ser evitadas con una atención óptima”, Arnaldo Dubin, médico intensivista, profesor investigador de la Universidad de La Plata.
Si bien el agotamiento es el estado que se repite con mayor frecuencia; más del 61% presenta signos de irritabilidad; casi el 58% trastornos del sueño; más del 36%, agresividad y un porcentaje igual, impaciencia; casi un 36%, indiferencia; cerca de un 29%, predisposición para las peleas, y casi el 18% siente desidia.
Todo eso provoca un 30% de ausentismo y que cerca del 14% se haya mostrado indisciplinado. Y el dato que mejor refleja la situación del personal de la salud es que tan solo el 3,6% no percibió ningún síntoma de cansancio o estrés.
Debido a que la pandemia no les da tregua, la única forma que tienen para enfrentar esta situación crítica es la de acceder a un apoyo emocional que los contenga, pero hay en eso un nuevo déficit institucional: apenas el 38% de los equipos de salud cuenta con algún programa de soporte emocional dentro del lugar donde desempeñan sus tareas.
Fuente: TN Noticias