Advierten que la inflación afectará el consumo
Más allá de que en algunos rubros se observa cierto crecimiento, analistas detallan que, cuando la suba de precios es elevada de forma constante, repercute en la actividad y enlas ventas.
La aceleración de la inflación y la volatilidad que exhibieron los dólares alternativos en las últimas semanas, confluyeron para generar un particular escenario que incluso llegó a ser retratado por medios internacionales: el denominado «consumo de cobertura» impulsó las ventas de bienes durables y también se observó un incremento en el gasto en rubros como la gastronomía o el turismo.
Sin embargo, las proyecciones de que los aumentos en los precios minoristas continuarán en niveles elevados en los próximos meses, hacen prever que el fenómeno observado en el último tiempo podría desvanecerse. Así lo remarcaron distintos analistas, quienes aseguraron que la pérdida del poder adquisitivo ya se reflejó en una contracción en el consumo masivo y que, de profundizarse, también se trasladaría hacia otros sectores.
Días atrás, la BBC publicó un informe en el que explicaba cómo muchos argentinos «ahorran gastando». En el artículo, el economista de la consultora Ecolatina Santiago Manoukian señalaba que a este fenómeno «se lo conoce como fuga al consumo»: «La gente que tiene pesos intenta sacárselos de encima porque queman, entonces los usan para consumir bienes, en especial los que tienen muchos componentes importados, y así mantienen el valor de su dinero».
«Quienes tienen alguna posibilidad mayor de ahorro, lo que hacen es gastarse los pesos, en definitiva. Como la inflación alta es un fuerte desincentivo al ahorro, suele al principio tener un impacto sobre el consumo de cosas prescindibles: como ir a comer a un restaurante o viajar», explicó a Ámbito Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso.
En ese marco se vio, por ejemplo, un nivel récord de ocupación durante las vacaciones de invierno, con casi 16 millones de personas que gastaron $147.313 millones en las ciudades turísticas, según los datos de la CAME.
Alarmas
Sin embargo, la continuidad en el tiempo de una inflación elevada erosionará esta tendencia, según explicaron analistas consultados. «Estos niveles de inflación, claramente van carcomiendo el nivel de poder adquisitivo de la gente. Particularmente, de los sectores más pobres. Con lo cual, quizá algunos que tienen una capacidad de ahorro, tienen cierta tendencia a gastarse todo, porque lo que guardes después vale mucho menos. Eso se hace, por ejemplo, adelantando las compras a principios de mes. Algo que también hacen los que tienen menores ingresos: cobran el sueldo y hacen los gastos que se pensaban hacer a lo largo del mes lo antes posible, porque saben que van a perder valor sus ingresos», señaló Abram.
«Pero, a la larga, como la tendencia es al empobrecimiento, la gente tiende a consumir cada vez menos. Esto pasa no solo por la inflación, sino porque también se desalienta la inversión productiva y muchos trabajadores, en consecuencia, ganan menos. Es decir que la gente se va empobreciendo y eso deriva en un menor consumo. Esa es la tendencia en la que estamos, más allá de algunas subas esporádicas generadas artificialmente como ocurre antes de las elecciones», agregó Abram.
Esta contracción ya se observa, en parte, en el consumo masivo. Según los últimos datos oficiales del INDEC, en mayo las ventas en los supermercados se contrajeron un 0,6% en términos interanuales y 3,7% si se las compara contra abril. En los mayoristas, las bajas fueron de 0,3% (anual) y 0,7% (mensual).
«Nuestros datos en consumo masivo vienen reflejando una caída en los últimos tres meses. Por lo cual, estamos camino a una caída de las ventas minoristas y del poder adquisitivo del ingreso de los argentinos», explicó al respecto Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, quien detalló: «Son más los argentinos que tienen ingresos, que los que tienen salarios. Por lo cual, cuando la inflación es tan elevada de forma constante, repercute en la actividad y en el consumo de parte de los habitantes».
En cuanto a los ingresos, Di Pace señaló que seguramente «se van a reabrir paritarias, y que se va a intentar algún tipo de recomposición a través del salario mínimo vital y móvil para aquellos que están fuera de convenio». «Veremos qué pasa con jubilaciones y pensiones. Lo que no se espera es que el salario gane en términos reales ni que el ingreso mejore. Por eso, en ese sentido, las expectativas no son buenas», agregó el director de Focus Market.
Salarios
En relación justamente a los ingresos, la semana pasada el INDEC dio a conocer el índice de salarios del mes de mayo, en donde se destacó que el nivel general de salarios registró un aumento real del 1,1%. Mientras crecieron en términos reales los ingresos de los empleados del sector privado y público (1,8% y 1,5%), perdieron un 1,8% los no registrados.
«Contra diciembre, el promedio de los asalariados registró una caída del 0,9% en sus haberes en términos reales. Esto es explicado por la dinámica de los empleados no registrados, que tuvieron una caída del 5,4% real en lo que va del año, mientras que el resto de los trabajadores se mantuvo en un nivel muy similar al de diciembre 2021», señalaron al respecto desde la consultora LCG.
Y, de cara a lo que se puede esperar para este año, desde la firma analizaron: «Con un piso de inflación proyectada del 90% anual a diciembre, es difícil plantear un escenario donde los salarios ganen la carrera contra el aumento de precios. Al momento, con gran parte de las paritarias cerradas en promedio al 67% anual, aún con promesas de revisión, en la mayor parte de los casos parece que volverán a quedar rezagados frente al aumento de la nominalidad».
Fuente: Nueva Rioja