A una médica le prohibieron atender a un paciente que no podía pagar, pero desobedeció a sus jefes y renunció
Florencia Barraza, de 27 años, suturó a un hombre que se había cortado con una amoladora y no tenía dinero.
Una médica de 27 años de Buenos Aires se vio obligada a decidir entre seguir las órdenes de sus jefes o atender a una persona que no tenía dinero para pagarle. Sin dudarlo, desobedeció a sus superiores, le brindó asistencia al paciente y renunció a su trabajo.
La protagonista de esta historia es Florencia Barraza, de 27 años, quien trabaja en el área de cirugías de un hospital público y que, hasta este jueves, hacía guardias de clínica médica en una clínica privada, donde tuvo lugar este curioso episodio.
Ella misma se encargó de contar la experiencia en su cuenta de Twitter: «Recién me tuve que pelear con la enfermera y con la directora de la clínica«. Según explicó, no la dejaban suturar a un hombre que se había cortado el pie con una amoladora porque no lo podía pagar.
«Lo suturé igual y renuncié. Prefiero siempre al estado antes que al vil empresariado AGUANTE LA SALUD PUBLICA!», agregó.
En un siguiente tuit, contó parte de la discusión que tuvo con una de las autoridades del establecimiento médico: «Cuando le dije a la directora que mi deber como médica era la asistencia sin importar los medios económicos que tenga el paciente, me dijo ‘no, en los privados las cosas no funcionan así'»
«En los privados no se hace medicina, se hacen negocios y los productos son seres humanos», arremetió.
Las publicaciones se viralizaron rápidamente y, en apenas un día, sumó más de 95.000 me gustas, casi 9.000 retuits y alrededor de 2.000 comentarios, entre los que se destacaban mensajes de apoyo a su accionar, aunque muchos otros criticaron el tinte político del posteo.
Pocas horas después, subió una selfie en su cuenta de Instagram, donde escribió: «Llorosa y desempleada, pero con la conciencia tranquila».
Además, agradeció el apoyo de la gente: «Gracias por todos los mensajitos hermosos, no pude responderlos todos porque no me da la vida, pero sí los leí todos y los sigo leyendo».Por último, remarcó que su intención no fue difamar a la clínica: «A pesar de que nadie acá me lo dijo, quiero aclarar que mi tuit no fue una difamación hacia la clínica. No la nombré ni lo voy a hacer, fue una crítica al sistema privado de salud y al trato que tienen para con los pacientes».