River, campeón de la Supercopa Argentina por un sablazo al ángulo de Aliendro
Venció 2-1 a Estudiantes en el Kempes. Correa puso en ventaja al “Pincha” casi desde el vestuario. El equipo de Demichelis lo dio vuelta en el complemento con un tanto en contra de Romero y un golazo del volante sobe el final.
River logró revertir el resultado y, con un golazo sobre el final, logró un épico triunfo ante Estudiantes de La Plata por 2 a 1, para consagrarse campeón de la Supercopa Argentina, este miércoles a la noche en el estadio Mario Alberto Kempes.
El delantero Joaquín Correa, a los 3 minutos del primer tiempo, adelantó al elenco de La Plata, mientras que Zaid Romero, en contra a los 34 del complemento, y Rodrigo Aliendro, a los 46 del mismo período, le dieron el triunfo al cuadro de Núñez.
River sumó su tercera Supercopa Argentina y se convirtió en el más ganador del trofeo.
Desde que se disputa el certamen, el «Millonario» se quedó con el título al vencer a Boca (2017), Racing (2019) y Estudiantes (2024).
Estudiantes sorprendió a River en el arranque y, luego de una presión asfixiante, Correa le ganó en el duelo aéreo a González Pirez y, tras conectar de cabeza el centro de Edwuin Cetré, venció al arquero Franco Armani, que poco pudo hacer para evitar el 1 a 0.
Los dirigidos por Eduardo Domínguez dominaron el juego y exhibieron un juego sobrio para sostener la ventaja y anular a su rival, que dio pocas muestras de estar a la altura de la final en Córdoba.
Luego de varios minutos, River, con más empuje que ideas claras, llegó con peligro al área del elenco de La Plata con un cabezazo desviado de Ignacio Fernández y, luego con la destacada labor del arquero de Estudiantes, Matías Mansilla, quien, en una doble acción, le ahogó el grito de gol a Paulo Díaz y, luego, se arrojó contra su palo para evitar el tanto de Miguel Borja.
Estudiantes logró reponerse de la ráfaga con peligro que le impuso el rival y terminó la primera epata sin sobresaltos, pero con opciones de poder concretar un nuevo tanto, el cual no llegó, pese a los remates de Correa y el colombiano Cetré.
Ya en el complemento, River salió con otra postura y mostró una versión más ambiciosa con las ocasiones que generaron Facundo Colidio y Borja. Sin embargo, el equipo lentamente se consumió y dio lugar al momento más crítico entre Demichelis y el público, ya que le cantaron que ponga «a los pibes».
En medio de la conmoción que vivió el entrenador, el encuentro se tornó de ida y vuelta y, tanto el elenco «Millonario» como el «Pincharrata», coquetearon con el gol, pero no lograron lastimarse.
La noche se puso cuesta arriba para River, pero Solari encontró la luz en medio de la oscuridad y, tras una pared con Santiago Simón, terminó rematando al arco, aunque contó con la fortuna de que el balón se desvió en Zaid Romero y vulneró a Matías Mansilla para el 1 a 1.
Con el envión del empate, el conjunto de Demichelis fue por más y logró quedarse con el triunfo gracias al golazo de Aliendro, quien, con un preciso remate desde afuera del área, venció al arquero Mansilla y le dio un nuevo trofeo a su club.
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