Un hombre asesinó a su ex pareja a balazos y se mató
En el barrio 4 de junio, un hombre asesinó a su ex pareja en su casa y se dio a la fuga. Vecinos alertaron a la Policía, que a pocas cuadras encontró al atacante que, al verse rodeado, se quitó la vida.
Un tremendo hecho de violencia sacudió a la sociedad riojana en la mañana de este lunes. Un femicidio seguido de suicidio ocurrió en la zona Oeste de esta Capital.
Un hombre, identificado como Eduardo Colchad, atacó a su ex pareja María Laura Vega con un arma de fuego y la mató. El crimen ocurrió en la vivienda de la mujer, en el barrio 4 de junio.
Tras dispararle a quemarropa en su propia casa, el femicida salió corriendo por las calles del barrio Vial con el arma en la mano, lo que puso en alerta a los vecinos, que rápidamente se comunicaron con la Policía.
Un efectivo de la brigada motorizada acudió al llamado y logró encontrar a Colchad en las inmediaciones de la Avenida Santa Rosa y calle los Ceibos, en el barrio Vial. El policía dio la voz de alto y, al verse rodeado, el atacante se disparó en la cabeza y falleció.
A última hora, la Policía mantenía un estricto silencio alrededor del caso, porque la Justicia estaba con las actuaciones. A pesar de la discreción policial, se pudo saber que en el lugar se encontraban dos niñas, que no fueron heridas, aunque no se pudo establecer si eran hijas de Vega y Colchad.
Lo que fuentes policiales confirmaron fue el ataque mortal con arma de fuego, seguido del suicidio del agresor.
Trascendió que el hombre habría tenido denuncias por violencia de género y que en algún momento se le habría aplicado una restricción perimetral.
Trabajaron en el lugar personal policial del área de Homicidios, el comisario inspector Carlos Gómez y personal de Sumario Penal.
De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, actúa en la investigación del hecho el fiscal Oneto, recogiendo pruebas y el testimonio de numerosos testigos que escucharon los disparos, vieron a Colchad que escapaba del lugar e hicieron la denuncia que permitió alcanzarlo, con el triste final conocido.
Fuente: Nueva Rioja