Olivicultura riojana, orgullo riojano
Una excelente noticia para celebrar el 24 de Mayo, Día Nacional de la Olivicultura: con 150 mil toneladas de aceituna cosechadas en la Provincia de La Rioja, la campaña 2022 se ubicó apenas un 17 % por debajo de la cosecha récord de aceitunas registrada en la Provincia en el año 2017, de 180 mil toneladas.
Una excelente noticia para celebrar el 24 de Mayo, Día Nacional de la Olivicultura: con 150 mil toneladas de aceituna cosechadas en la Provincia de La Rioja, la campaña 2022 se ubicó apenas un 17 % por debajo de la cosecha récord de aceitunas registrada en la Provincia en el año 2017, de 180 mil toneladas. Es así que la Cadena de Valor Olivícola Riojana, sector estratégico de la economía provincial, vuelve a colocar a La Rioja como primera productora de aceitunas del país, y también como primera exportadora nacional de aceitunas de mesa con el 59 % de participación en las exportaciones totales argentinas de 2021 repitiendo la performance del año anterior.
Pese a la pandemia y a la falta de contenedores en el mundo debido a ésta, y aún a pesar de la falta de envases de vidrio, insumo requerido por la industria para fraccionar sus productos, La Rioja mantiene el liderazgo nacional en materia de exportaciones, superficie implantada con olivos (26.168 hectáreas) y producción de aceitunas (150.000 toneladas). Pero, además, hoy suma un nuevo liderazgo en la lucha frente al cambio climático: desarrollo y generación de energía verde a partir de madera de olivo, los restos de poda del olivar, en un claro ejemplo de economía circular y triple impacto.
HACIA UNA OLIVICULTURA SOSTENIBLE
Valle de La Puerta, una empresa olivícola riojana enclavada en el valle de Chilecito –en Vichigasta más precisamente -, ha tomado la iniciativa como la primera empresa argentina en diseñar y poner en marcha exitosamente un proyecto verde, de generación de energía eléctrica a partir de biomasa, a través de la operación de su planta de producción de pellets de madera de olivo con destino a calefacción domiciliaria y a generación de energía eléctrica en la industria.
La iniciativa, de triple impacto, genera no solo beneficios ambientales, sino que mejora la rentabilidad de la empresa a través del aprovechamiento de los residuos de poda de aproximadamente 800 hectáreas de olivo. El indicador de mejora de rentabilidad podría rondar, según estimaciones del presidente de la empresa, en los U$S 300 por hectárea, por año. Un valor significativo si se tiene en cuenta que en la matriz de costos de producción la energía eléctrica incide con un 30 %.
Cabe recordar que La Rioja no posee agua de superficie aprovechable, y que el desarrollo agrícola, unas 24.000 Hectáreas de olivos, se realiza con agua del subsuelo extraída de napas a más de 200 metros de profundidad. Los regantes son electrodependientes y utilizan agua de pozos profundos, lo cual implica un significativo costo de energía eléctrica asociado a la producción olivícola, con impacto directo en la competitividad de las empresas riojanas.
La planta de pellets, con una capacidad de 10.000 toneladas anuales, se abastecerá con los residuos de poda de generación propia de Valle de la Puerta, estimados en unas 8 toneladas /Ha/año, según datos proporcionados por el presidente de la empresa, Julián Clusellas.
Los pellets de madera del olivo, de manufactura riojana, son de alta calidad. Fueron validados por el Laboratorio de Biocombustible del INTI Tucumán, dirigido por el Ing. Martín Rearte, especialista en biomasa. Los pellets de olivos riojanos hechos con ramas de más de 10 cm de diámetro, (sin hojas ni ramas finas) cumplen con los parámetros establecidos por la Norma Europea en la materia (que no incluye madera de frutales, sólo pinos y eucaliptos). Su capacidad calorífica estaría en el orden de las 4.200 a 4.600 Kilocalorías / tonelada. Dos kilogramos de pellets reemplazarían 1 kilogramo de gas envasado (GLP).
LA RIOJA Y EL LIDERAZGO OLIVÍCOLA NACIONAL
Las exportaciones del complejo olivícola a nivel país totalizaron 172 millones de dólares durante el año 2021 (0,2% de las exportaciones totales), con un incremento interanual de 30,3 %. Asimismo, el 58,6 % de lo exportado correspondió a aceite de oliva; el 38,8 % a aceitunas preparadas o conservadas y 2,6 % a aceitunas con agua salada. Los principales destinos del complejo fueron Mercosur (93 millones de dólares, con una participación de Brasil de 93,5 %), USMCA – ex NAFTA – (36 millones de dólares y una participación de Estados Unidos de 94,4 %), y la Unión Europea (34 millones de dólares). (Fuente: Publicación INDEC- «Complejos Exportadores – Año 2021»)
La Rioja se posiciona como el primer exportador nacional del complejo olivícola, con el 69 % de las exportaciones de aceituna de mesa (Año 2020), seguida por Mendoza (25 %) y San Juan (6 %) según información oficial proporcionada por la Dirección General de Estadísticas de la Provincia. Mientras que en el año 2021, y según estimaciones de la Federación Olivícola Argentina, esa participación sería del 59 %, detentando una caída de 10 puntos porcentuales, seguida por Catamarca (15 %), Mendoza (13 %) y San Juan (11 %).
En cuanto a las exportaciones de aceite de oliva, viene observándose una tendencia decreciente ya que en el 2019 – según datos oficiales – lideró las exportaciones olivícolas argentinas con el 45 % de participación, seguida por San Juan (30 %), habiendo disminuido su participación en el año 2020 al 34 %. Un informe de la Federación Olivícola Argentina al que se tuvo acceso permite observar que esa tendencia se habría acentuado en el 2021, ya que La Rioja participaría en las exportaciones totales de aceite de oliva con el 28 %, luego de San Juan (43 %); en tercer lugar, estaría Catamarca (15 %), seguida por Mendoza (10 %).
UN SECTOR ORIENTADO A LA INTERNACIONALIZACION
La composición de las exportaciones riojanas, en millones de U$S FOB, desagregadas por tipo de producto, y tomando en consideración el año 2021, muestra que los productos olivícolas (aceitunas elaboradas 24,44 % más el 2,31 % de aceitunas sin preparar, y aceite de oliva con el 12,71 %) se posicionan en el primer lugar de las exportaciones riojanas con el 39,45 % de participación. Le siguen en el ranking, con el 36,32 % de las exportaciones, Papel, cartón y manufacturas, que corresponde prácticamente a las exportaciones de una sola empresa, Tetrapak.
El Vino de uva (7,67 %) ocupa el tercer lugar seguido por el aceite de jojoba (5,82 %) en cuarta posición. Continúan en escala decreciente los Productos farmacéuticos (3,30 %), Nueces de Nogal con y sin cáscara (3,14 %), Frutas secas o procesadas (2,01%); Hilados y Resto de Tejidos (0,74 %) y Semilla y Frutos oleaginosos (0,61 %).
DESAFÍOS QUE ENFRENTA EL SECTOR OLIVÍCOLA PROVINCIAL
Mano de Obra para cosecha: A nivel nacional el sector es un importante generador de trabajo genuino; ocupa unas seis mil (6.000) personas en forma permanente y 43 mil transitorios para cosecha – informe de la Federación Olivícola Argentina- distribuidos en las 4 provincias olivícolas más importantes, un número que en La Rioja por los dos conceptos podría estar en 10.000 personas. El gran desafío durante la campaña 2022 fue lograr levantar la cosecha de aceituna destinada a mesa ya que ésta se realiza en forma manual y no había cosecheros para hacerlo. El libre juego de la oferta y la demanda, incrementó el precio del cajón, duplicando prácticamente su valor inicial, pero ni aún a esos valores logró solucionarse el problema de la falta de mano de obra para cosecha.
El inconveniente se repetirá seguramente en los años sucesivos y habrá que definir la estrategia a implementar.
Diferente es la situación con la cosecha de aceituna destinada a aceite ya que se realiza en forma mecanizada; acertada decisión motivada por la necesidad de mejorar la competitividad y la incidencia en la calidad del aceite de oliva y que hoy benefició al subsector oleícola -.
Reconversión de la matriz energética: El otro gran desafío que el sector enfrenta, al igual que el vitivinícola, es la reconversión de la matriz energética de la producción agrícola para disminuir el impacto del costo energético en la competitividad de las empresas. Dos son los aspectos a considerar: a) por un lado la alta incidencia del costo de energía eléctrica para la extracción de agua de subsuelo con destino a riego en los costos de producción, ya que la producción primaria en el árido riojano es electro dependiente, y b) la posibilidad cierta de generación de energía limpia a partir de fuentes renovables como la fotovoltaica, desechando la obtenida de combustibles fósiles.
El mundo avanza en forma decidida hacia las tecnologías amigables con el ambiente mientras el cambio climático se acelera, y Argentina comprometió hacia el 31 de diciembre de 2025 haber reemplazado el 20 % de su consumo eléctrico por energía de fuentes renovables.
Bajo consumo per cápita en mercado interno: En la actualidad, el aceite de oliva sólo representa el 2 % de todos los aceites comestibles por lo que existe aún mucho margen de crecimiento. En el consumo mundial se observa que en las tres últimas campañas (2019/20, 2020/21 y 2021/22) el consumo mundial de aceite de oliva ha aumentado más que la producción y es la primera vez que se registra esta tendencia durante tres campañas consecutivas según información del Consejo Oleícola Internacional.
A nivel mundial, el consumo de aceite de oliva casi se ha duplicado en el período comprendido entre 1990/91 y 2020/21. Las estimaciones dan cuenta que el consumo se situaría por encima de 3,2 millones de toneladas para la campaña 2021/22 (COI). Sin embargo, el consumo de la Unión Europea ha caído significativamente a partir de 2004/2005, cuando se inicia una tendencia negativa en el consumo.
En la Argentina, el consumo de aceite de oliva no supera los 250 gr per cápita por año lo cual implicaría ventas internas no superiores a las 11.000 toneladas anuales.
En cuanto a las aceitunas de mesa, el Consejo Oleícola Internacional estima un consumo de 2,7 millones de toneladas en la campaña 2020/21, y ligeramente superior para la 2021/22.
En Argentina estaríamos hablando de un consumo no superior a los 800 gr de aceituna de mesa per cápita por año, un máximo de 37.000 toneladas anuales.
Fuente: Nueva Rioja